
En 1911 la compañia de ferrocarriles del norte establece servicios especiales de verano con Gijón, en los llamados "trenes botijo". Más de doce horas se tardaba en llegar en el llamado tren rápido y había cuatro frecuencias diarias en
ambos sentidos. Los que no tenían dinero para gastarlo en el "Hotel Malet", en la playa de San Lorenzo, tras los fuegos artificiales que ya había durante las fiestas de verano, el personal proseguía los bailes hasta la alborada animada con bandas de música y organillos.
ambos sentidos. Los que no tenían dinero para gastarlo en el "Hotel Malet", en la playa de San Lorenzo, tras los fuegos artificiales que ya había durante las fiestas de verano, el personal proseguía los bailes hasta la alborada animada con bandas de música y organillos.
En el año 1893 nacía el conocido como “El tren Botijo”. Su primera linea comunicaba Madrid con Alicante y el trayecto duraba aproximadamente 14 horas. Era una infraestructura turística de precio popular y se le denominaba así porque los viajeros solían llevar el botijo para poder beber agua durante tan largo trayecto. Estos viajes no eran para remilgados, aglomeraciones en los vagones, calor, y sudor era el ambiente que se respiraba en los “trenes botijos”, por eso y para sobrellevar el viaje, los pasajeros convirtieron los carruajes de aquellos trenes, en una auténtica fiesta. Sus ocupantes charlaban, cantaban e incluso tocaban la guitarra, todo valía con tal de amenizar el largo y pesado trayecto.
Su fama se debe a la iniciativa del Redactor del Diario la Correspondencia, Ramiro Mestre Martínez, que desde 1893 hasta 1917 organizaba viajes en tren desde Madrid hasta Alicante, naciendo la “Orden Botijil” que organizaba viajes económicos para sus socios. Mestre publicó algunos de sus viajes en el diario la Correspondencia.
En el año 1894 los viajeros del tren de botijo del año anterior fundan de forma humorística, una especie de hermandad conocida como la “Hermandad del Botijo” que daría lugar a la orden Botijil.

Como he mencionado anteriormente en el año 1893 se inauguraba la línea Madrid- Alicante, creándose el denominado Tren Botijo, que con un coste económico, permitía estancias organizadas de 12 días por precios económicos, que funciono hasta el año 1917, registrándose una media de 30000 viajes por año.
Una de las consecuencias de estos trenes fue el desarrollo del turismo de estas zonas, pero además esta muy ligado a los balnearios y los baños de mar, sobre todo en el siglo XX.
Aunque desde 1830 con la aparición del ferrocarril en Europa, todas las compañías ferroviarias ofrecían viajes directos a las estaciones balnearias, incluso las guías de ferrocarril, las indicaban, el tren de botijo tuvo una incidencia muy beneficiosa para el turismo de balnearios.
Así contaba el diario "El Noroeste" la llegada del primer tren botijo a Gijón aquel Domingo 7 de Agosto de 1910.


0 comentarios:
Publicar un comentario